Fómeque posee un folclor abundante, fundamentado en costumbres y sitios donde se desenvuelven las vivencias cotidianas.
LEYENDAS:
Numerosas leyendas enmarcan la vida de la comunidad fomequeña. Era frecuente oír de labios de los mayores las narraciones de cada rincón del municipio. Estas eran a veces miedosas, pero siempre moralizantes. Por fortuna hubo un escritor que recogió todo este saber popular: el académico José Antonio León Rey, lo que ha permitido prolongar este saber a través del tiempo y que el pueblo tenga un acervo de tradiciones, leyendas y coplas. Entre las leyendas sobresalen: Los dos compadres, Las Campanas de Fómeque, el Caballo sin Cabeza, Los Tesoros del Páramo, Quebradahonda, El Judío Errante y El Camino del Tahúr.
La mayoría de estas leyendas aparecen compiladas en el Libro Tierra Embrujada del mencionado escritor y en otros como Guayacundo. Tierra Embrujada apareció en 1942 y se constituyó en un tesoro, mas por su contenido tan interesante, desapareció sin esperanzas de una nueva edición. Afortunadamente 50 años después - en 1992 - un funcionario de la provincia, el doctor José Ignacio Flórez, se interesó por la obra y logró que la Lotería de Cundinamarca patrocinara una segunda edición y así muchas familias tuvieran la oportunidad de adquirir este tesoro de leyendas.
La campana del diablo
Hace muchos años, en la época de la conquista y colonización, el párroco de la recién fundada villa de Fómeque en el oriente de Cundinamarca, llevó a su parroquia una valiosa campana de plata que fue motivo de alborozo en la naciente aldea.
Los moradores salieron a recibir con música y pólvora a su párroco con la campana, que llegaba al pueblo después de múltiples penalidades, entre ellas, el paso por el páramo de Cruzverde. La campana de plata, el nuevo orgullo de Fómeque, la dejó el párroco en la plaza para bendecirla al día siguiente y colocarla en el campanario que se había hecho en la capilla colonial.
El dios maligno, llamado Fu por los Chibchas y Demonio, Patas o Mandingas por los españoles, impresionado por la llegada de su enemiga la campana de plata, con la cual los cristianos recordaban su culto y devoción, y conociendo que todavía no estaba bendita con el ritual sagrado, la robó en horas avanzadas de la noche y la escondió en el cerro más cercano de la Cordillera de los Órganos, situada al sureste de Fómeque.
Esta cordillera tiene rocas en formas fantásticas, que unas veces parecen las ruinas de castillos gigantescos y otras, los restos de órganos monstruosos, cuyas trompetas se dirigieran desafiantes a los cielos. Para los fomequeños es una región de misterio.
El robo de la campana llenó de consternación al pueblo fundado por el Oidor Visitador Luis Enríquez en 1600. Las gentes culparon inicialmente a los indios de Ponta, y hasta culparon a algunos castellanos ávidos de oro y plata. Fómeque en chibcha significa «Bosque de los zorros»: el dios Fu o Fo, el diablo muisca, era representado por un zorro.
Para los fomequeños, de todos modos, quedó la idea de que la campana de plata había sido robada por el diablo «Fo», el único capaz de robarse una campana para llamar a la devoción de los fieles cristianos.
Cuenta la tradición que un viernes santo a las 3 de la tarde, un viajero que cruzaba los páramos que circundan la Cordillera de los Órganos, sintió el repique de la campana de plata, seguido de una carcajada satánica que salió de las rocas y puso al viajero a correr con pavor hasta llegar a Fómeque. Cuando contó a las gentes lo ocurrido, todos se sorprendieron, y desde entonces creen que la campana de plata la encontrará quien la busque en los páramos de los Órganos, un viernes santo a las tres de la tarde.Una copla de Fómeque relaciona el diablo con la campana; así dice:
«El diablo te lleve a tí cual se llevó la campana, sí no vinieres morena. a visitarme mañana»".
FIESTAS PATRONALES:
Ocho de diciembre
Se conmemora la fiesta de la Inmaculada Concepción, patrona de Fómeque - los fomequeños tienen especial devoción a la Reina de los Cielos bajo esta advocación - la víspera del ocho, son abundantes las luminarias en los campos, la pólvora y la izada de la bandera azul y blanco al igual que el rezo del santo rosario en familia.
Fiesta de la Virgen del Carmen
Se le ensalza como a la protectora de los conductores. Su fiesta se celebra con desfile y bendición de los vehículos, después de una nutrida asistencia a la misa. Los conductores organizan para este día competencias deportivas.
Fiesta de San Isidro
A San Isidro se le tiene como seguro intercesor para la prosperidad en las cosechas y para el beneficio de las lluvias. El agricultor acostumbra a invocarlo antes de comenzar sus labores agrícolas.
Fuera de la festividad popular de la Feria de San Isidro, hay un día para la celabración religiosa, día en que los campesinos se postran ante su imagen, lo acompañan en la procesión y le ofrecen lo mejor de sus cosechas.
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